Castellón, Toledo y Almería tienen el triste record de contar con el mayor número de viviendas por habitante. La media se sitúa en 16,92 mientras que Valencia sube hasta unos estratosféricos 76,58, y las otras dos provincias a más de la treintena.
Toledo, por ejemplo, con una población de 697.000 habitantes, tiene 26.600 viviendas sin vender.
Sin embargo, en el lado más optimista encontramos a Cantabria, País Vasco, Navarra, Galicia y Madrid, cuyo termómetro de actividad inmobiliaria empieza a repuntar y a dar alegrías al sector.
Y es que, estas Comunidades Autónomas están muy bien posicionadas para salir de la crisis inmobiliaria, ya que, su coyuntura económica, sus tasas de desempleo y sus fundamentos inmobiliarios, presuponen una mejor escapatoria.
Bizkaia tiene un stock de vivienda nueva muy escaso, casi en tasas de fricción, con unas 4.000 viviendas sin vender. Y es que, según destaca el estudio firmado por una prestigiosa Consultora, “ante un futuro cambio de ciclo económico, Bizkaia debería ser una de las provincias donde antes deberían construirse nuevas viviendas por la escasez mencionada”.
Euskadi ha sido una de las CCAA con menor boom inmobiliario y donde menos se ha notado el cambio de ciclo. Eso unido a unas tasas de paro inferiores al resto y a un sistema productivo más diversificado, ha supuesto que, en el País Vasco los índices inmobiliarios sean también diferentes.
Según un estudio publicado en la propia web del OVV, “Informe de la construcción 2000-2020”, Euskadi tiene una situación completamente atípica respecto de las demás CCAA:
“Desconcertantes, como decíamos, son los niveles de ejecución de viviendas en el País Vasco pues tanto en el inicio de la crisis, como a finales del 2.011 presentaba un DEFICIT de viviendas , es decir, se ha construido MENOS de lo “natural” para abastecer su propia demanda interna.(…). Unas buenas perspectivas a medio y largo plazo, sin duda alguna.”
Más información: